jueves, diciembre 8

Las coincidencias casuales no dan como para construir conjuntamente; dan, a lo sumo, para viajar a la vez en el mismo tren o en el mismo barco, cuando los pasajeros coinciden en las mismas fecha y hora, pero no para construir.
Para eso se necesita algo más que una casual coincidencia que viene de afuera: se necesita de una voluntad común nacida del interior de las personas, aunque esa voluntad se limite a unos mínimos elementos compartidos.
Adela Cortina, en otro contexto

No hay comentarios: