Y también días (aún) más tristes, donde una mano ajena hubiese sido ideal.
Del sol o del cielo. No me pertenece, necesito un frasco para vaciar la cabeza. Te recuerdo diciendo "la tele me tiene con fiebre".
Se olvida el personaje de lo doloroso que es el fuego, que cada quemadura penetra los huesos, y cada hueso le cruje de dolor.
Si nos llenamos la cara de témperas, y chorrean las manos de sol, abre la ventana y quita (para siempre) el pestillo.
No sé si mi cuerpo cabe en un siempre, o un adiós.
No sé si sabes que me burlo de la suerte, que muevo piernas y brazos como un títere.
Y ahora que solo queda agradecer, gracias por enseñarme tus monstruos,y descargar en mí tus miedos. Por pensar (jodidamente) que no soy del sexo débil.
Por equivocarte en cada paso, y no retroceder.
Gracias Por rascarte las pulgas con mis uñas, y dejarme.
2 comentarios:
"No sé si mi cuerpo cabe en un siempre, o un adiós."
lo importante esque quepa de alguna forma u otra.
amiga:
El poema se marchita como una rosa. El poema crepita como el fuego. El poema se desliza como el susurro por el viento. El poema es fuerte como la roca que resiste la ola. El poema es agónico como el suspiro. El poema es invisible como la física cuántica. El poema es verdadero. No hay otra verdad.
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